viernes, 13 de enero de 2012

¿Y si miras dentro?


Intentando hacer uso de algunos útiles de aseo que normalmente suelo olvidar en el último cajón de la mesilla de noche, hoy los he sacado todos y me he encontrado un pequeño tarro de reflexión, una caja de introspección, algo de autocrítica y sin querer me he dado cuenta de la falta de visión con prespectiva, algo fundamental en cualquier ente que se precie. Lo más curioso es que hacía bastante tiempo que se me había agotado y ni cuenta me di.
Como en cualquier baño corporal que se precie, hay dos puntos fundamentales para que este sea efectivo. El primero sería la persona a lavar, evidente, pues por muchos jabones, cremas hidratantes y otros elementos que tengamos, si falta la persona sobra el resto. El segundo punto es el agua, combinación irreemplazable junto con la persona, los lavados en seco existen pero no funcionan.
En el aseo para el que me estoy preparando hoy, también hay algunos elementos irreemplazables, el primero la voluntad de ser lavado, el segundo la valentía para hacerlo y el último sería el tiempo para que todos los elementos anteriores tengan la capacidad de actuar convenientemente.
Actualmente, más que sucio, que lo estoy, estoy atorado, perdido y ni me encuentro ni me reconozco. Intenté vivir algo sin pensar, que alguien lo hacía por mi y si esto sucede jamás me podría quejar del resultado y como hasta ahora solo tenemos una vida tendré que bajar a la tienda de barrio que hay a unos metros de mi casa y comprar un poco de visión con prespectiva y espero que de camino me dé un poco el sol en la cara y me haga sentir vivo un poco de nuevo.

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