sábado, 27 de junio de 2009

Anu-Cerebrum

Es posible que el hombre tenga la necesidad de hacer las cosas mal por cuestiones de aprendizaje, en realidad lo desconozco y tendría que recurrir a algunos psicólogos o psiquiatras para resolver esta duda. Lo que si es cierto es que el hombre tiene una capacidad innata para olvidar aquello que no le interesa, aquellos errores que cometemos pero que de alguna manera pueden ser fácilmente subsanados pasan directamente a una zona del cerebro en la que almacenamos la información de desecho para su posterior eliminación la cual se llama ano-cerebral.
La historia tiene multitud de ejemplos, Hitler se echo las manos a la cabeza por mandar sus tropas a Rusia con el frío y la nieve en su contra en vez de reconocer que matar a millones de judíos podía resultar un pelín excesivo y ofensivo, ano-cerebral, de la misma manera que Felipe II culpo a los elementos cuando naufrago la armada invencible en las costas británicas en vez de reconocer que no queríamos esa isla perdida de la mano de dios absolutamente para nada, al ano-cerebral y asunto zanjado.
Personalmente, mi jefe ha mandado la información de mi no renovación a su ano-cerebral para su posterior eliminacion y yo a su vez he enviado la información de mi jefe a un pequeño recuncho que me queda en mi mas que maltratado cerebro que se llama memoria para recordar que su ano-intestinal siempre tendrá un hueco para mi.
La capacidad de errar varía dependiendo de la persona y el tamaño de su esfínter-cerebral es directamente proporcional a la capacidad anteriormente citada, sobra decir que en algunos sujetos se producen ciertos atascos, denominados estreñimiento-mental, esta pequeña alteración suele dar como consecuencia una enfermedad crónica que en la mayor parte de los pacientes anal-izados desemboca en una almorrana-pericerebral.Esta enfermedad logra su punto álgido cuando por culpa de la congestión las neuronas se dan de cabezazos las unas a las otras buscando en vano una salida.
Esta plaga del siglo XXI tiene una cura conocida,,consiste en golpearse las pelotas con dos piedras hasta que estallen, aligerando así la presión sanguínea y ayudando de esta manera a relajar los esfínteres (todos). Como comentaba al principio de mi coloquio, esta mal se torna crónico con regularidad lo que por lo general obliga a zapatearse los testículos con dos crollos todas las mañanas (a poder ser cantos rodados,aunque las diferencias son mínimas)
Particularmente, mi jefe opto por una técnica naturista para rebajar la tensión sanguínea en su ano-cerebral la cual consistía en no pensar, eludir responsabilidades y ser un zoquete parecer un mequetrefe y actuar como un gualtrapa.

PD:Si por algo quiero a mi jefe es por su forma de ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario